En términos económicos y sociales, la educación y la formación son pilares para mantener la empleabilidad, reducir el desempleo, luchar contra la exclusión social y promover la igualdad de oportunidades. En términos individuales, son la base de la realización y la satisfacción personal. En términos organizativos, son una condición para el éxito y la competitividad.
Es esencial aumentar el nivel de cualificación de los trabajadores y garantizar el desarrollo y la actualización de su perfil de competencias;
Las empresas, más allá del cumplimiento de la ley, deben fomentar entornos de aprendizaje;
La formación es una condición para mantener la empleabilidad, reducir el desempleo, luchar contra la exclusión social y promover la igualdad de oportunidades;
La educación permanente y la formación continua son factores de desarrollo personal, social y organizativo y de competitividad.
Según el Código Laboral, todas las empresas deben garantizar a cada uno de sus trabajadores un mínimo de 40 horas de formación profesional certificada al año, impartida por una entidad certificada para la formación.